domingo, 28 de marzo de 2010

La historia de Pedro

Pedro es un joven que trabaja de mozo de almacén en una empresa de transportes. Vive en el extrarradio madrileño y, desde pequeño, siempre se ha preocupado por los demás. Comenzó a sentirse identificado con el anarcocolectivismo y a leer a sus principales autores, impregnándose de teoría. La parte práctica no tardó en llegar, empezó a asistir a manifestaciones, okupaciones y a pasarse por los ateneos de su zona. Sin embargo, lo que vio allí dejó de gustarle al cabo de unos años. Al ver que sus acciones y esfuerzo no lograban ningún cambio, Pedro se vio más inclinado por el marxismo, que parecía garantizar un cambio no utópico como sucedía con el anarquismo. Con renovadas esperanzas, se instruyó a la par que buscó un trabajo e intentó organizar un sindicato de empresa.

El paso de los años y el inmovilismo de la gente le hizo cambiar de nuevo de opinión. Pasó a pensar que sólo una solución autoritaria lograría acabar con el capitalismo de forma eficaz; se tornó estalinista. No se daba cuenta de que esta postura le alejaba aún más de lo que despertaría interés en sus compañeros alienados. Su proyecto de sindicato desapareció, también en parte porque Pedro buscaba métodos de acción más directos.

Hoy en día, Pedro aún vive con sus padres y considera que muy pocos son suficiente revolucionarios para merecer su atención. Su grupo es tan cerrado que cualquiera diría que no quieren extender sus creencias y lograr el cambio, sino mirar con supuesta superioridad moral e intelectual a los que no piensan igual que ellos. La mayor parte de su tiempo libre, "devora" libros afines para retroalimentar su dogmatismo y entra en kaosenlared desde su ordenador de origen asiático para criticar a los "troskos" con multitud de datos aprendidos de memoria.

Mientras Pedro tilda de anticomunistas a unos cuantos, tres activistas de Igualdad Animal son detenidos por liberar a varios corderos de una granja, la CNT convoca una manifestación contra los despidos masivos de una constructora y los trabajadores se defienden de los antidisturbios, un chico decide no comprar más zapatillas hechas con manos esclavas, una joven convence a su novio de la importancia de cambiar de hábitos para conservar el planeta y varios amigos crean un grupo de afinidad para despertar conciencias dando a conocer a Marx.

¿Estás tan inmerso en tus ideas que eres incapaz de empatizar? ¿miras por encima del hombro a aquellos que no las comparten? ¿tu concepción de un mundo mejor sólo admite tu mundo mejor?

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